Caminante no hay camino....

Bueno aquí de nuevo, tal y como habeis podido comprobar he echado por suelo mi intención de actualizar diariamente, pero es que me volvía a Bucarest y tenía que hacer muchas cosas...espero que seais clementes conmigo.

Ya os escribo desde mi piso en Bucarest, yo vivo en  pleno centro de la ciudad en un bloque de estética 100% comunista con zonas comunes en moqueta sintética de color verde (parece un campo de fútbol de cesped artificial....dan ganas de echar a correr por él), este piso ya tiene solera española pues yo lo heredé de Miri (ex-expatriada en Rumanía).

Por fortuna me gusta viajar en avión, ni me dá miedo ni agobio ni nada que se le parezca pero eso si...las esperas en los transfers son ufffffffff..... en mi ida a España estuve tirado 3 horas en Barajas y ahora en la vuelta casi 2 horas. Es tan difícil llenar tanto tiempo en un lugar diseñado para estancias efímeras como un aeropuerto. Normalmente me enchufo mi ipod y mientras escucho música observo a la gente, que heterogéneos somos....de verdad que no logro  entender como alguien puede ansiar o aspirar a que todos seamos iguales, es imposible¡¡¡¡.

Hoy me ha dado por fijarme en mis pies...esos pies que me han llevado desde el sur del sur al este del este...mientras tenga mis pies siempre podré llegar donde desee, que buen invento eso de los pies¡¡.

PD: También aparece la tercera de mis compañeras de viaje, es que es más tímida que las otras y le tuve que hacer la foto por sorpresa... :-P